En la mira

Cómo ganar la presidencia en el 2012

 

Si se suman los votos que obtuvo cada uno de los tres partidos (PAN, PRD Y PRI) en las pasadas elecciones, resulta que los dos primeros obtuvieron cada uno el 19% y el PRI el 62%. Si hubieran competido en alianza el PAN y el PRD habrían sumado el 38%. Ni así habrían ganado. Cada uno de los cuatro estados en que hubo elecciones obtuvo resultados diferentes, evidentemente. En el estado de México les fue peor: El PAN obtuvo el 12%, el PRD el 21% y el PRI casi el 62%. Sumando votos PAN y PRD habrían obtenido la mitad de los del PRI.

¿Qué sucederá en el 2012, cuando se elija al próximo presidente?

La situación es totalmente diferente.

Por principio de cuentas, vota la población de toda la república, no solamente de cuatro estados y la balanza se inclina de diferente manera. En el Distrito Federal, por ejemplo, hay un voto duro importante a favor del PRD; pero en otros estados lo hay a favor del PAN; además, el comportamiento del electorado es distinto, establece diferencias entre su voto por diputados, senadores, gobernadores y presidentes municipales, y el que emite para elegir Presidente de la República.

En 2000 ganó Fox, con el PAN; en las intermedias perdió este último, pero volvió a ganar la presidencia en 2006. Ahora perdieron tanto el PAN como el PRD, pero eso no significa que en automático el PRI sea el que va a ganar. Lo que suceda dependerá de varios factores.

El PAN todavía no nomina candidato. Son muchos los que aspiran y uno de los ases que tiene bajo la manga, que ha ido creciendo conforme se exhibe cada uno de ellos tiene puntos a su favor que no tienen los otros: es mujer y eso puede significarle un porcentaje importante de sus congéneres que, por razones obvias, no tendrán los demás. Se trata de Josefina Vázquez Mota.

¿Es la mejor? No lo sabemos todavía. Habrá que sacar conclusiones de los debates entre panistas, de sus discursos, para escoger al que mejor los pueda representar; pero por lo pronto, Josefina puede tener de su lado a las mujeres y a aquellos que ya desean que una de ellas ocupe un cargo que hasta la fecha le ha estado casi vedado o que por lo menos no ha ocupado nunca. Dependerá de que no cometa errores. Los ejemplos de Alemania, Argentina, Brasil, Costa Rica; Chile y Gran Bretaña en el pasado y otros países deben de decirle algo al PAN.

Por lo que al PRD se refiere, su situación es de pronóstico más negativo. La desunión entre lo que ellos llaman “las izquierdas” para referirse en realidad a un ente que da bandazos es cada día más profunda. Uno de sus mayores problemas se apellida López Obrador, un individuo empecinado en ser otra vez candidato, aunque todo indique que con Marcelo Ebrard el PRD y los partidos que se le unen obtendría mejores resultados. Actúa como dictador, prepotente. Lo que AMLO dice tiene que ser lo que se haga, si no, acusa de complicidad con “la mafia en el poder”, de traición, de vendidos, de ignorantes. Sus mentiras y su paranoia son tan evidentes que lo auto descalifican cada vez que da una opinión, una orden. Manipula, dice que se atendrá a lo que resulte de una consulta para ver quién es el candidato, pero su proceder, cuando pierde, ya es conocido, acusa al oponente de un fraude mayúsculo y se lanza a invadir calles.

Ebrard, por su parte, no puede ganar sin el apoyo de El Peje y sus seguidores. Que no se haga ilusiones. No hay un tercero como solución. La única es que Andrés Manuel se haga a un lado y apoye a Marcelo, pero eso nunca lo vamos a ver. Tendría el tabasqueño que volver a nacer, tener otra personalidad, ser más humilde y saber reconocer sus errores para que eso sucediera. ¡Lástima! Por el PRD. Y por muchos que tienen una ideología verdaderamente de izquierda y que merecerían tener un representante con estatura de estadista para las elecciones presidenciales.

¿Qué sucederá, entonces, para el 2012?

Las cartas están sobre la mesa.

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